A la hora de elegir un disfraz para los niños y los jóvenes, o los adultos sin complejos, una excelente opción siempre será la de meterse en el personaje de Willy Wonka, el célebre dueño de la chocolatería del libro de Roald Dahl Charlie y la fábrica de chocolate. Un disfraz de Willy Wonka puede parecer en principio algo difícil de hacer, sobretodo debido a lo barroco de su estilismo, pero con un poco de imaginación y paciencia usted podrá lucir en la fiesta de disfraces como un auténtico y excéntrico Willy Wonka.
A través de la imaginación de la literatura y la imaginería del cine Willy Wonka varía en muchos detalles, pero lo que nunca puede faltarle es su traje decimonónico, su colorido sombrero de copa y su bastón. Con estos ingredientes y algún que otro detalle no será difícil confeccionar nuestro propio disfraz de Willy Wonka.
Comencemos por obtener unos zapatos negros (si tienen algo de tacón español o cubano mejor que mejor), unos pantalones oscuros (nunca jeans evidentemente) y una vieja camisa oscura o con extravagantes motivos al estilo de los 60 o los 70. A todo esto añádale un lazo a modo de pajarita y un viejo gabán, de color púrpura o algún color chillón. Obtenga un bastón o alguna vara o fabríquese una. Puede optar si lo quiere por guantes finos a juego con el gabán. Si no dispone de ningún sombrero de copa puede fabricarse el suyo propio con cartulina o cartón. Por último no olvide comportarse de forma extravagante como su personaje, y si puede llevar en el bolsillo algo de chocolate, ya se habrá convertido en un fantástico Willy Wonka.