El vestuario del Doctor puede no ser bastante único pero tiene algunos detalles que pueden ayudarlo a convertirse en un traje fácilmente reconocible sin la necesidad de explicar de quién es el disfraz. Para que este traje tenga bastante efectividad en una noche de Halloween, la persona que lo use debe ser preferentemente alta y delgada.
Para comenzar hay que colocarse una camisa blanca y dejar el último botón, el de hasta arriba, abierto. Hay que colocar una corbata y dejar el nudo un poco flojo y sin que parezca muy elaborado.
Posteriormente se debe conseguir un traje a rayas. El pantalón debe quedar a la medida y el saco debe quedar un poco ajustado. Los botones de la parte de arriba del saco deben ir abrochados aunque los de abajo pueden quedar abiertos. Si no es sencillo conseguir un traje color café o no se puede costear la compra de uno nuevo, es una buena idea buscar en tiendas de segunda mano o en Internet.
Después hay que conseguir unos botines deportivos color blanco y colocarse unas calcetas por debajo.
Ahora sigue la gabardina, debe ser color café y no muy grande, más bien que llegue hasta las pantorrillas. La gabardina también debe ir abierta.
Para el desatornillador que el doctor utiliza, hay que conseguir un indicador de presión para neumáticos y colocar lentejuelas de color azul brillante en la parte superior o adaptar una lámpara LED de color azul que funciona con baterías.
Para los característicos anteojos color rojo y azul, hay que buscar en Internet. Sin embargo, si los anteojos resultan incómodos o lastiman a la vista, hay que evitar usarlos.
El pelo debe ser corto y tiene que estar alborotado. Utilizando un poco de estilizador para cabello hay que hacer un flequillo que sobresalga por la frente. Y finalmente hay que colocar unas patillas postizas o dejarse crecer las patillas con anterioridad para igualar las características patillas del Doctor Who.