Apetitoso y siempre delicioso, con este disfraz puede que despiertes los instintos devoradores de quienes te rodean. Lleva mucho cuidado…
Es sencillo de hacer y podemos realizarlo con materiales baratos en pocas horas de trabajo. Necesitaremos cartón, tela marrón, tela de color tostado, relleno de fibra, papel o plástico, fieltro de color verde, rojo y blanco, tijeras y una pistola de cola caliente.
La base del disfraz consiste en una camiseta y unos pantalones de color marrón, ya que el conjunto de elementos que configuran la hamburguesa quedará dispuesto por delante y detrás a modo de mochila.
Para el panecillo, recortaremos dos cículos de cartón que deben tener un diámetro similar a la longitud existente entre nuestros hombros y nuestras rodillas. Recortaremos dos círculos de tela marrón unos diez centímetros más anchas que los círculos de cartón y los pegaremos por la cara trasera dejando un espacio sin pegar sufientemente grande para introducir el relleno. Cuando el panecillo haya adquierido su forma, pegaremos la zona restante. Para simular el sésamo, sobre uno de los panecillos pegaremos óvalos de tela de un tono más claro.
La hamburguesa se completa pegando a la parte interior y exterior de los panecillos trozos de fieltro que simulan las hojas de lechuga y trozos de tomate. Nuestro cuerpo es el elemento central del conjunto. Para poder vestirnos, cortaremos dos trozos de tela marrón y pegaremos cada extremo a la parte interior de cada panecillo, de modo que podamos sostener el panecillo con los hombros. Recuerda poner el que lleva el sésamo falso en la parte delantera.