El personaje de ciencia ficción tenía una asombrosa y monstruosa capacidad para desaparecer cuando se desnudaba debido a la especial configuración de su estructura molecular. Su uso para el bien o el mal pone en un dilema moral al poseedor de este don. Esta cualidad o poder, que más de uno hubiéramos deseado poseer en algún momento concreto de nuestras vidas, no podemos reproducirla en nuestro disfraz, pero sí la forma en la que debía vestir para desarrollar su vida normal.
Es un estilismo muy sencillo, porque de lo que se trata es de tapar completamente nuestra piel y cabeza para simular el aspecto del personaje. Para ello, sólo tenemos que vestir con pantalones y camisa o camiseta de manga larga a nuestro gusto. Usaremos guantes de hilo blanco para cubrir nuestras manos o de cuero si preferimos llevarlas más cubiertas dependiendo de la estación del año. La cabeza debe cubrirse con un pasamontañas de hilo blanco, con aperuras para ojos y boca. Podemos coser la hendidura de la boca para reducir su tamaño. Utilizaremos unas gafas de sol oscuras para cubrir nuestros ojos. Un sombrero y un abrigo o gabardina completan el disfraz.
Otra opción consiste en ocultar tu cabeza bajo la ropa y simular una altura mayor que la real. Con alambre fino fijaremos un sombrero desde el cuello de la camisa o chaqueta hasta alcanzar la altura de la hipotética cabeza invisible y pegaremos unas gafas oscuras bajo el ala del sombrero.
Recuerda que será muy difícil que pases desapercibido si decides probar a desnudarte para desaparecer sin pagar las consumiciones…