Cada vez es mayor el número de personas que se suman en nuestro país a la tradición anglosajona de la celebración de Halloween. Por eso no es de extrañar ver como cada 31 de octubre, proliferan el número de fiestas y celebraciones en la víspera de todos los santos. Ese día las calabazas y los disfraces temibles llenan las calles y los locales de moda.
Pero no solo los adultos disfrutan de esta fiesta, son también los más pequeños de la familia quienes más gozan con esta festividad, les encanta disfrazarse y decir aquello de “truco o trato” para conseguir el mayor número posible de caramelos.
Parte fundamental de la fiesta de Halloween es sin duda ir provisto de un buen disfraz, para ello la imaginación es fundamental. Por eso aquí te mostramos alguna de las maneras de confeccionar un buen disfraz, para que ese día resulte terrorífico.
Uno de los disfraces más sencillos si no tienes mucho tiempo para elaborarlo es el de murciélago, tan solo necesitas ropa negra, un paraguas roto que puedes aprovechas para hacer las alas y unas orejas negras que puedes fabricar fácilmente con cartulina.
Otro clásico de los disfraces del día de los muertos es el de momia, muy sencillo de crear, puesto que solo necesitas enrollar tu cuerpo con vendas.
Si ninguno de los anteriores te convence también puedes optar, por el de fantasma, te llevará muy poco tiempo confeccionarlo y lograrás un buen resultado. ¿Cómo hacerlo? Pues muy fácil, una sábana a la que harás unos agujeros tanto para los ojos como para los brazos y listo.