Muchos de los momentos cruciales de la vida pasan generalmente por la celebración del final de distintas etapas educativas. Son momentos tan importantes para los protagonistas como para sus seres queridos, y por ello se pone un interés especial en adecuar los escenarios a los distintos tipos de graduación.
En primer lugar, los actos de final de curso en el parvulario o jardín de infancia, remarcan el incremento de su autonomía y capacidades. Debido a las características y escaso presupuesto de los actos, no se invierte más que el esfuerzo de los voluntarios y maestros. Un decorado adecuado puede mostrar las banderas oficiales e insignias del centro, una pancarta conmemorativa de la graduación y un mural realizado por todos los niños. Se puede elegir un tema y que cada niño añada un elemento cuando aparece, de forma que quede finalizado cuando hayan subido todos.
En la escuela primaria y secundaria, suele haber un salón de actos acondicionado que puede utilizarse para este tipo de eventos. Los elementos fundamentales son las banderas oficiales e insignias y debemos recurrir a emplear los colores del centro para elaborar los elementos decorativos. Miembros representativos del centro deben estar presentes en mesas o estrados adecuados a la solemnidad del evento. Puede escogerse un tema general de ambientación que determine los detalles. Es una ceremonia formal pero no tanto como las de niveles superiores.
En el final del bachillerato y como paso previo a los estudios universitarios, se realizan actos de gran envergadura por la cantidad de alumnos, que movilizan grandes concentraciones de personas. El aspecto formal permite incorporar año tras año elementos que no desentonen.