Normalmente los terrarios para insectos no se decoran debido a que los elementos decorativos pueden dificultar la limpieza del terrario y además ocupan espacio útil. Cuantos más elementos ornamentales pongas en el terrario, más complicada será su limpieza y mantenimiento. Sólo se introducen habitualmente en el terrario elementos o sustrato que pueda ser útil para los insectos.
Si no encuentras un terrario que se adecúe a las necesidades de tus insectos en las tiendas especializadas, o son demasiado caros, puedes construir un terrario tú mismo usando madera y malla mosquitera, cristal o metacrilato. No es recomendable el uso de metal porque se deteriora al exponerlo a la humedad.
En algunos casos, es recomendable utilizar ciertos elementos decorativos que, además de embellecer el terrario, son beneficiosos para los insectos. Por ejemplo, hay especies a las que les gusta poder refugiarse en trozos de corteza. También pueden ser necesarios algunos elementos para la puesta de los huevos.
Las especies que lanzan o dejan caer los huevos no necesitarán ningún elemento ni sustrato. Las especies que los pegan necesitan troncos o trozos de corteza porque si no los pondrán en las paredes del terrario. Las especies que entierran los huevos necesitan un sustrato, que puede ser turba u otro, dependiendo de las necesidades de cada una, con un cierto nivel de humedad que tendrás que controlar.
El bienestar de los animales debe estar siempre por encima de la estética del terrario. Como consejo general, si quieres introducir otros elementos ornamentales para simular un ambiente natural, nunca uses elementos plásticos en un terrario para insectos. Los insectos podrían morder el plástico, intoxicarse y morir. En su lugar, usa ramas, piedras de río, un sustrato, conchas, troncos huecos, cortezas, plantas y otros elementos naturales.