La inspiración para disfraces alternativos a la sangrienta tropa que inunda las calles en Halloween podemos encontrarla en los pasajes de la Biblia. En las Sagradas Escrituras hay numerosos personajes que por su carisma e indumentaria podemos recrear con materiales que seguro tenemos por casa.
En el top ten de disfraces bíblicos, dejando a parte a la Sagrada Familia, los Reyes Magos y otros personajes como los apóstoles, Moisés ocupa sin duda uno de los primeros puestos. Posiblemente se deba al éxito de la película “Los diez mandamientos” protagonizada por Charlton Heston. El atuendo incorpora una túnica blanca y un pañuelo de color claro dispuesto colgando sobre los hombros. Para conseguir la barba blanca y el pelo largo y cano con que se le representa, podemos recurrir a comprar una peluca y la barba. Debemos fabricarnos unas tablas de la ley con dos recortes extraídos de sendas láminas de espuma, que pintaremos para darles aspecto de piedra y reflejar los mandamientos.
Otro personaje famoso es Sansón, que podemos recrear como un forzudo con una larga melena rizada o bien con los pelos cortados y desvalido. Una falda de tela marrón, el torso desnudo, sandalias de cuero anudadas a las piernas y brazaletes metálicos pueden ayudarnos a recrear el personaje.
Salomé era una bailarina deseada por su belleza, que bailando delante de Herodes consiguió que le trajeran la cabeza de Juan el Bautista. Su estilismo es muy similar al de una bailarina del vientre, con telas vaporosas para la falda y la blusa. Recurriremos a algunos adornos como una cadena en la cintura y pulseras en los tobillos y muñecas. En las manos podemos llevar pañuelos o instrumentos musicales como los crótalos, que son unos pequeños discos de metal que suenan al chocar uno contra otro. Un maquillaje que intensifique la mirada y los labios puede ser el indicado.
David, que llegó a ser rey, venció de niño al gigante Goliat con una pequeña piedra. Su indumentaria recuerda el aspecto de un pastor, con una túnica corta de color café y unos pantalones cortos. Sandalias de cuero, una cinta anudada al pelo y una pequeña honda son elementos que completan el disfraz.