La moda de la década de los 30s era muy similar a la de una década anterior, el cabello se seguía usando algo corto y lacio aunque poco a poco se introducía el cabello ondulado en los hombres.
Los caballeros de aquella década usaban el cabello perfectamente peinado hacia atrás, el cabello lacio era el mejor visto y el que más relucía ya que no se esponjaba con el paso del día, los caballeros simplemente peinaban su cabello hacia atrás asegurándose que todo quedara bien pegado al cuero cabelludo, hacían uso de aceites, lociones y bálsamos para conservar la postura de éste con el paso de la horas.
Los caballeros que tenían el cabello rizado usaban el mismo peinado simplemente agregaban un poco más de fijador u optaban por colocarse sombrero, de esta manera no sería evidente su esponjado cabello. Otros caballeros preferían hacer una partidura a un costado y de esta manera colocaban mejor el peinado, evitando que se esponjara con facilidad.
Además del peinado el atuendo era muy importante, un caballero que deseaba impactar debía de ser muy cuidadoso con su atuendo, la camisa blanca, el pantalón con tirantes, el chaleco y el saco eran indispensables tanto para una cena formal como para asistir al trabajo. En cualquier establecimiento era aceptado un caballero con sombrero ya que se consideraba símbolo de distinción, éste generalmente combinaba a la perfección tanto con el color de la vestimenta como con el calzado el cual debía de ser de piel, gamuza o charol.