Se llama bigote al pelo que crece en la región de la cara que hay entre el límite inferior de la nariz y el labio superior. Los pelos son conspicuos en los hombres adultos y la barba también. Este pelo que crece en la cara de los varones puede ir acompañado de barba y/o patilla y/o perilla, según las preferencias del mismo.
En algunos casos sirve para cubrir defectos en la piel o cicatrices, o utilizarse simplemente como adorno o según la moda. Suele ser necesario cuidarlo y recortarlo regularmente. El bigote a través de la historia ha sido considerado símbolo de hombría y virilidad, pero también es indicativo de clase, sabiduría, autoridad y poder según el momento y la sociedad donde se le ubique. Se podían afeitar con cuchillas de piedra desde el Neolítico, aunque una de las representaciones más antiguas mostrando a un hombre afeitado y con bigote es la del mayordomo Keti, que vivió durante la dinastía VI (tercer milenio adC). Estuvo de moda siglos atrás en los ejércitos de muchos países, con distintos estilos. En general, los hombres jóvenes y los de grados inferiores llevaban bigotes pequeños y menos elaborados, los oficiales de alta graduación y los veteranos, llevaban bigotes espesos. En algunos países fue obligatorio, para los soldados, dejar crecer el bigote. El ejército británico, por ejemplo, prohibió el rasurado del labio superior, en todos los grados, desde el siglo XIX hasta que el reglamento fue abolido con una Orden del ejército el 6 de octubre de 1916.
En las culturas occidentales la mujer, generalmente, suele eliminar pelo facial. La artista Frida Kahlo se pintó con bigote y barba. Esta imagen transgresora fue utilizada por algunos surrealistas en las artes. En los años 1920 fue típico el estilo masculino de vestimenta negra, sombrero, bigote y monóculo. Hay muchas personas famosas por sus bigotes.