Las picaduras de los mosquitos son una de las peores cosas del verano. Puedes prevenirlas usando repelentes caseros o farmacéuticos cuando estés en espacios abiertos y, en interiores, puedes usar barreras físicas como las mosquiteras, difusores eléctricos o distintos tipos de insecticidas.
En las farmacias y en algunas grandes superficies comerciales se venden repelentes de mosquitos. Puede que los más conocidos sean los de la marca Autan, pero hay muchas otras marcas. Si vas a viajar a un país tropical, necesitarás usar un repelente muy potente, pero si es para usarlo en otro clima y no quieres usar productos químicos o no te gusta el olor de los repelentes farmacéuticos, puedes fabricar tu propio repelente casero.
Hay muchos aromas naturales que repelen a los mosquitos. Puedes elaborar un repelente casero mezclando alcohol, aceite corporal de bebé y clavos de olor; o puedes poner lavanda con aceite o crema corporal. No suelen ser tan efectivos como los repelentes farmacéuticos pero, como no son tóxicos, pueden ser aplicados con frecuencia.
Para los espacios interiores también hay soluciones caseras. Puedes usar aceite de citronella, una infusión de eucalipto o albahaca para mantener a los mosquitos alejados. Otra opción es poner medio limón con clavos de olor o un vaso de vinagre cerca de la ventana. Estos repelentes no son tóxicos como los insecticidas.
Los difusores eléctricos son también una buena solución para los espacios cerrados porque su toxicidad es baja. Son especialmente útiles para colocarlos en los dormitorios. Pero si estás en una zona muy problemática en cuanto a mosquitos se refiere, lo mejor es sin duda usar mosquiteras.