Son muchos los alimentos preparados que se venden para los gatos, pero también pueden ser alimentados con productos caseros. Para que nuestro gato esté bien alimentado debemos prepararle una dieta variada y equilibrada.
La dieta debe ser variada porque las dietas monótonas provocan rechazo en los gatos. Son animales carnívoros y necesitan sobre todo proteínas. Requieren el consumo de grasa porque de ella obtienen las vitaminas A, D, E, F y K; pero un exceso de grasas es perjudicial y les provoca sobrepeso.También necesitan hidratos de carbono, vitaminas y minerales. Aunque no digieren la celulosa, un aporte de ésta les ayuda a regular las deposiciones y evitar el estreñimiento.
Es mejor darles la carne cruda, magra y sin huesos. Es apropiada la carne de ternera, cordero, conejo y caza. Pueden comer carne de aves y de cerdo también, pero deben ser cocinadas porque pueden tener parásitos o bacterias que hagan enfermar a nuestro gato. También pueden alimentarse con hígado crudo o cocido y otras vísceras.
Los gatos pueden comer pescado pero es mejor dárselo cocinado y sin espinas. Pueden comer huevo, la yema puede estar cruda pero la clara debe estar cocida.
Dándole huesos al gato, podrá prevenir la formación de sarro. Deben ser huesos pequeños o ternillas de ternera y nunca huesos de aves porque pueden astillarse dañando la boca de nuestro gato.
En general, a los gatos les gusta la leche pero no a todos les sienta bien. Si a tu gato la leche le produce diarrea, exclúyela de su dieta. De todos modos, aunque tu gato beba leche, debe tener siempre agua disponible. La leche no le quita la sed, debe ser considerada un alimento y no una bebida.