Desde tiempos bíblicos se ha temido a la lepra como una desobediencia a la palabra del señor por haberse apartado de su sendero. Esta ha sido durante mucho tiempo la causa de esta terrible enfermedad que en las últimas etapas de la misma provoca terribles malformaciones .
La lepra es una enfermedad producida por un bacilo que ataca a la dermis y que causa la insensibilidad al dolor en la zona afectada. Este bacilo se desarrolla de forma muy lenta por lo que pueden pasar entre 2 y 8 años hasta darse muestras evidentes de que se esta contagiado.
En la antigüedad la única forma de tratamiento era la exclusión y la amputación de lo miembros contagiados. Hoy día se sabe que su propagación se realiza por vía respiratoria o por contacto pero que sólo afecta a aquellas personas que no están en buen estado de salud por lo que el riesgo de contagio es nulo.
A pesar de ser una enfermedad que se tiene constancia de ella hasta hace escasos años no se ha encontrado una cura para ella. Esta cura es en la actualidad administrada de forma gratuita por la OMS (Organización Mundial de la Salud) y consta de un coctel de tres medicamentos. Si se trata y detecta con antelación la lepra no dejará secuelas y podremos hacer vida normal sin necesidad de estar aislados del resto del mundo, ni preocuparnos por si contagiamos a alguien por contacto. A parte de la medicación solo deberemos seguir un periodo de supervisión para asegurarnos que todo esta perfecto y bajo control.