Los síntomas que presenta una persona infectada por el virus de la gripe A son muy similares a los que padece una persona con una gripe común. De ahí que diagnosticar esta enfermedad sea tan difícil. Aún así, existen métodos que permiten dar un diagnóstico fiable en poco tiempo.
La gripe A(H1N1) presenta síntomas muy similares a los de la gripe común: fiebre alta, tos continuada y dolorosa, estornudos, malestar general, dolores musculares, etc. Por lo tanto los médicos son los únicos que son capaces de diagnosticar un caso de gripe A(H1N1) debido, fundamentalmente, a la similitud de sus síntomas con los de la gripe común.
Un proceso gripal por norma general no requiere hospitalización. Sin embargo, será necesario acudir cuanto antes a un centro de salud u hospital si se presenta alguno de los siguientes síntomas: dificultad extrema para respirar, vómitos o diarreas persistentes, disminución del estado de conciencia, llegando incluso a perderla, cambios bruscos en la frecuencia cardiaca o empeoramiento agudo de una enfermedad crónica.
En los más pequeños, al igual que ocurre con los adultos, los síntomas de la gripe A(H1N1) son los mismos que los de la gripe común. Por eso, es importante acudir a un centro de salud u hospital en cuanto surjan los primeros síntomas. Aún así, se deberá acudir con mayor urgencia si cabe, si el pequeño presenta síntomas como fiebre excesiva, aumento de la frecuencia respiratoria, rechazo a tomar cualquier tipo de alimento o bebida, carácter irritable, o convulsiones y disminución del estado de la conciencia, llegando incluso a la pérdida de la misma.
En caso de que se esté en contacto con animales, especialmente cerdos, hay que saber cuáles son los síntomas de la gripe A(H1N1) en estos animales, que presentan síntomas que son muy similares a los de los humanos.