Son coleópteras muy pequeños de un color entre castaño rojizo y negro y de entre 2 y 5 mm de longitud, con el cuerpo aplanado y la cabeza fácilmente diferenciable. Su ciclo biológico suele durar un año, pero puede durar la mitad si las condiciones de humedad y temperatura son muy favorables.
Su ciclo vital empieza cuando el coleóptero pone los huevos en los poros de la superficie de la madera. Eclosionan las larvas que son blancas con la cabeza y la mandíbula de color oscuro, tres pares de patas muy pequeñas y con un engrosamiento en su parte delantera y rápidamente empiezan a morder la madera hacia el interior de esta. Tienen 3 mm de largo. El serrín que producen es muy fino, de color claro cuando lo han producido recientemente y, poco a poco, con el paso del tiempo se va volviendo más oscuro. Los agujeros de salida también van oscureciéndose con el paso del tiempo, por lo que hay que tenerlo en cuenta cuando se realice la inspección. Cuando son larvas es la única fase en la que hacen daño. Dañan la madera que ha sido recientemente trabajada y si el contenido de humedad se encuentra entre el 8 y el 25%. Suelen atacar el parquet, elementos estructurales de maderas puras y artesonados de roble.
Existen varias maneras de prevenir la infestación porque los escarabajos tienen unas condiciones de humedad específicas para su supervivencia. Se puede poner una barrera contra la humedad en espacios de acceso húmedos y cubrir la tierra de debajo de la casa con polietileno hará que no se propague por las paredes. Se pueden pintar con insecticidas hechos para maderas desnudas y expuestas a las piezas de madera infectadas. Los pesticidas que tienen borato sirven para detener a los escarabajos que hacen agujeros en la madera sin acabado que hay en los contrapisos, las vigas y las viguetas.