Mitos y realidades sobre el pan

Es prácticamente inevitable que el ser humano, con el paso del tiempo, elabore mitos fundados en informaciones inexactas, sobre la mayoría de las cuestiones del día a día, que no hayan sido debidamente investigadas y que desafortunadamente suelen llegar a convertirse en costumbres o tradiciones en el pensamiento colectivo.

Ese es el caso del pan, alimento cuya diaria presencia en nuestras vidas lo ha convertido en básico dentro de la dieta, siendo su constante en ésta, tal vez la causa principal por la que, en algunos casos, se lo culpa de ciertos padecimientos o condiciones en el estado de salud general de una persona.

Antes que nada, es importante tener en cuenta que el pan es de hecho, extremadamente nutritivo, otorgando a la dieta vitaminas del complejo B, minerales como el hierro y el zinc, también fibra y proteínas, además de la energía en forma de calorías (carbohidratos), todo esto dependiendo de la cantidad y tipo de pan que se consuma.

El pan más común es el pan blanco, el cual está hecho de harina de trigo. Generalmente no posee otros nutrientes más que su aporte calórico, el cual ronda las 250 kcal por cien gramos de pan.

Se recomienda consumir el pan hecho con harina de trigo integral, pero al 100%, el cual aportará otros nutrientes, incluyendo la fibra, prestando atención al adquirirlo pues muchas veces, existen panes ofrecidos como integrales, a los que sólo se les agrega una poca cantidad del trigo integral a la harina del trigo blanco, lo que no lo hace realmente efectivo.

Los cereales que contiene el pan integral ayudan a que el aparato digestivo esté en óptimas condiciones, puede ser consumido por los diabéticos, posee menos calorías, siempre con moderación, siendo esto también aplicable a cualquier tipo de pan, teniendo en cuenta también, con qué se lo acompaña, si se queman calorías en actividades que requieren esfuerzo físico y la frecuencia en que éstas se realizan durante la semana.

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Categorias: Salud
Ultima modificación: 10/07/2013