Quizás el mayor reto de una persona que sobrevivió al cáncer de páncreas esté en superar las situaciones de temor y estrés que aparece ante la incertidumbre de un nuevo brote cancerígeno. Muchas personas viven el resto de su vida con la angustia interior de una posible recaída o la recurrencia del cáncer de una manera más agresiva.
No obstante, el entusiasmo de haber vencido el tratamiento con un resultado exitoso representa un influjo favorable a la hora de asumir nuevamente las responsabilidades cotidianas –ya sean laborales u hogareñas- y las expectativas que se abandonaron durante la época de mayor actividad médica.
De la misma manera, aquellas personas que superaron la etapa más crítica pero que deben convivir con la enfermedad, tienen la obligación de no desatender los tratamientos regulares como las quimioterapias y otros mecanismos de control frente a este dañino tipo de cáncer.
Es importante conocer, que incluso las personas que venzan la enfermedad deberán acudir de forma sistemática a las consultas médicas durante varias semana, meses y hasta años. Los tratamientos para la eliminación del cáncer de páncreas son, en general, muy invasivos y los efectos secundarios pueden tener múltiples manifestaciones, por lo que resulta aconsejable mantenerse bajo supervisión especializada.
Es frecuente que los pacientes presenten un apetito disminuido durante el proceso de curación y luego de este, por lo que es necesario velar por su correcta alimentación y nutrición. Esto puede ser mediante la ingestión de aquellos productos con un valor nutricional mayor, y no necesariamente mediante el consumo más abundante. Por otro lado, es habitual que los pacientes deban ingerir, en forma de medicamentos, enzimas pancreáticas para ayudar a la absorción de los nutrientes.
Una de las iniciativas internacionales más importantes para la promoción de un mejor estilo de vida en los sobrevivientes del cáncer pancreático, fue la fundación de la Red de Sobrevivientes y Cuidadores del Pancreatic Cancer Action Network. La organización brinda servicios de consejería a las personas de todo el mundo acerca de las implicaciones de tener la enfermedad o cuidar a una persona que la tenga. Se trata de una red de solidaridad en donde lo más importante es orientar a las personas vinculadas de alguna manera a la dolencia.
En cuanto a los cuidados y atenciones que deben primar en la vida de una persona que sobrevivió al cáncer páncreas, es preciso recordar que nunca serán exagerados. El padecimiento presenta un alto nivel de mortalidad en todo el mundo, por lo que sobrevivirlo es un milagro que bien vale la pena conservar.