Un mini bar es un pequeño compartimento o nevera que se suele emplazar en hoteles o lugares de alojamiento vacaciones repleto de bebidas y algunos aperitivos como cacahuetes y cuyo uso es libre, pero que al final de la estancia se tendrá que abonar cierta cantidad de dinero en relación a lo que se haya consumido.
Cada mañana el mini bar se rellena con todo lo que le falte e incluso con algo que el cliente haya pedido y quiera consumir. Los productos del mini bar van desde agua, a refrescos, zumos o pequeñas botellas de alcohol que varían de precio pero que suelen ser bastante caras en relación a su tamaño. No obstante se suelen utilizar ya que llegado el momento pueden hacer un buen servicio a horas muy altas de la madrugada cuando es imposible salir a comprar a ninguna tienda o directamente no se tienen muchas ganas.
El mini bar también crea un conflicto en la empresa que lo instala ya que hay un gran número de personas desaprensivas que se dedican a vaciarlo y reponerlo para que no se note rellenando las botellas de agua con agua del grifo y cerrándolas muy bien o haciendo lo mismo con las botellas de alcohol.
Se convierte por tanto en un juego del gato y el ratón para descubrir quién hace ese tipo de cosas en cada habitación del hotel, razón por la cual solo los hoteles con más solvencia económica pueden realmente sostener este tipo de servicio especial.