Uno de los preparativos que tenemos que tener en cuenta a la hora de realizar el Camino de Santiago es la elección del calzado. Dependiendo de la zona en la que iniciemos el Camino tendremos que hacer más o menos kilómetros por lo que la elección del calzado correcto es decisivo para poder disfrutar de él.
El Camino de Santiago presenta trayectos en los que podemos encontrarnos con gran variedad de terrenos, algunos de ellos irregulares por lo que debemos elegir un calzado cómodo y que nos permita realizar dichas etapas sin riesgo de lesionarnos por lo que la mejor opción es un calzado destinado a actividades deportivas que tengan lugar en la montaña como puede ser las botas de trekking.
El calzado de trekking es el idóneo pues nos protegerá el tobillo de lesiones y además las suelas están realizadas para amortiguar los impactos de nuestro caminar por lo que reduciremos el riesgo de producirnos cualquier lesión en tobillos, rodillas o caderas las cuales nos provocaran parar la marcha. Es importante además que dicho calzado sea impermeable y permita transpirar pues en la zona en la que se lleva a cabo el camino son frecuentes las precipitaciones y como es lógico si realizamos etapas de 20 km andando al final nuestro pie al no transpirar se llenará de molestas ampollas que nos irán impidiendo que sigamos un buen ritmo de travesía.
Por otra parte y ya para finalizar, podemos pensar en adquirir unas sandalias de goma las cuales nos ayudarán a relajar nuestros pies en las etapas en las que travesemos una ciudad o vayamos caminando por asfalto a parte de que nos servirán a la hora de ducharnos en las hospederías.