El dolor de rodilla es un síntoma común en personas de todas las edades. Puede comenzar repentinamente, a menudo después de una lesión o de ejercicio. También puede empezar como una molestia leve y luego poco a poco va empeorando.
Existen varias causas para el dolor de rodilla, aunque el sobrepeso siempre es un factor de riesgo. Una de las causas más comunes para el dolor de rodilla es la artritis, tanto la artritis reumatoidea como la osteoartritis y gota. Otras posibles causas podrían ser el Quiste de Baker, bursitis, trastornos del tejido conectivo como el lupus, síndrome de la banda iliotibial, enfermedad de Osgood-Schlatter o una infección en la articulación.
El dolor de rodilla también puede atribuirse a distintas lesiones, desde una dislocación de la rótula. a una lesión del ligamento cruzado anterior o del ligamento lateral interno, así como una tendinitis, desgarro del cartílago (una ruptura de meniscos), ruptura de ligamentos o una distensión muscular aparte esguinces y otras lesiones menores en los ligamentos.
Si el dolor de rodilla se presenta, es mejor adoptar algunas precauciones, como descansar y evitar actividades que impliquen soportar peso, aplicar hielo, mantener la rodilla elevada, usar vendajes ACE o mangas elásticas, dormir con una almohada entre las rodillas o recurrir a paracetamol para el dolor o ibuprofeno para el dolor y la inflamación.
Para evitar dolores asociados con la sobrecarga recuerde precalentar antes de hacer ejercicio estirando los cuádriceps y los tendones de la corva. Evite correr derecho cuesta abajo, monte en bicicleta o nade en lugar de correr, o si corre hágalo sobre una superficie lisa y suave, como un sendero, en lugar de hacerlo en el cemento. Baje de peso si tiene sobrepeso. Cada libra de sobrepeso ejerce presión extra sobre la rótula al bajar o subir escaleras.