Si estamos cansados del aspecto que tiene nuestra vivienda una de las formas más económicas de darle un aire fresco es pintar las paredes de nuestras habitaciones.
En la actualidad hay pinturas que se adaptan a todo tipo de superficies: azulejos, paredes, suelos… Las opciones son muchas y lo mejor de todo es que puedes hacerlo tu mismo con un par de ideas y de consejos.
Si nunca has pintado y tienes un poco de miedo por el posible resultado no te preocupes. Siguiendo estas indicaciones conseguirás unos acabados de primera.
- Antes de pintar una superficie sea del tipo que sea deberemos prepararla. Retiraremos todos los elementos que nos puedan molestar a la hora de molestar. En el caso de una pared si esta en mal estado también deberemos lijarla con un cepillo para retirar toda la pintura que no se encuentre en buen estado. En el caso de una pared de madera procederemos a lijarla para quitar los restos viejos de pintura.
- Una vez que estén lijadas las superficies el siguiente paso es limpiarla para quitar todas las partículas de polvo y que el acabado al pintar sea uniforme.
- El siguiente paso será tapar todo aquello que no queramos pintar con cinta de carrocero. Es mucho más fácil retirar una cinta que luego pasarse un buen rato intentando sacar una mancha de pintura con disolvente o agua.
- A la hora de pintar debe tener en cuenta las especificaciones del tipo de pintura. Las pinturas sintéticas se rebajan con aguarrás mientras que las pinturas acrílicas se rebajan con agua.
- Para pintar las paredes necesitaras dar dos manos de pintura para que la habitación adquiera el mismo tono uniforme. Debes respetar los tiempos de secado y procurar que las habitaciones estén bien ventiladas. En caso de ser una pared de madera, lijaremos la superficie con una lija fina suavemente, limpiaremos la superficie y daremos la última mano de pintura.
Siguiendo estas sencillas indicaciones podrás pintar cualquier estancia de tu vivienda, ¿Qué esperas para darle un nuevo toque a tú casa?