El olor que despiden las flores es un método de reproducción, ya que gracias a este aroma tan característico las plantas pueden atraer mariposas, polillas, abejas y otros insectos que poseen olfato. De esta manera los insectos transportan el polen en sus alas y patas y la planta lleva a cabo su ciclo reproductivo. Sin embargo no todas las flores son polinizadas por insectos, y solo las que utilizan este método poseen aromas agradables para la mayoría de los seres humanos.
Otras plantas que no poseen aroma y por esta razón no atraen insectos, son polinizadas por otras especies animales, generalmente pájaros pequeños con picos adaptados para extraer el néctar, como el colibrí. Estas aves son atraídas por colores vistosos, por esta razón las flores que son polinizadas por pájaros tienen colores muy llamativos.
Contrario a las flores que son agradables en su aroma, existen algunas especies que tienen un olor muy desagradable, generalmente estas plantas son polinizadas por murciélagos y moscas atraídas por el olor a carne putrefacta.
Un ejemplo de las flores que tienen un aroma agradable son: la manzanilla, algunas especies de rosas y la mayoría de las especies vegetales que producen frutos, como la granada y la guayaba. Estos aromas atraen rápidamente a los insectos deseosos de néctar. Por el lado contrario se encuentra la flor cadáver, que es una de las flores más exóticas, bellas, extrañas y antiguas del planeta. Esta flor tiene un olor fétido que le imposibilita a cualquier persona si quiera el poder permanecer cerca de ella.