Las arañas cangrejo no tejen telarañas, en lugar de eso realizan emboscadas para atrapar a sus presas cuando se acercan. Algunas especies esperan sigilosas ocultas en las flores o en los botones para atrapar a aquellos insectos que se acerquen en busca de néctar, tal como las abejas o las mariposas que se posan sobre las flores.
Un atacante bien disimulado tiene mayores posibilidades de tener éxito que uno que es fácilmente visible al acercarse un insecto. Por ello, no sorprende el hecho de que algunas especies de arañas cangrejo que habitualmente merodean las flores hayan desarrollado la capacidad de cambiar su color tal como lo hace un camaleón para combinarse con el color de distintos tipos de flores entre los que esperan a su víctima.
La araña cangrejo tiene dos patas frontales que forman un ángulo y que les permite caminar hacia los lados y tienen un cuerpo aplanado y angular. El color natural de este tipo de arañas es café o gris pero los pigmentos pueden cambiar a amarillo, blanco u otros colores para ayudarlas a disimularse entre las plantas.
La araña cangrejo tiene veneno aunque no es dañino para los humanos; es suficientemente peligroso para dañar a un insecto. Aunque la picadura de este insecto puede provocar un poco de dolor. Y las arañas cangrejo son consideradas por lo general benéficas puesto que su dieta consiste principalmente de insectos que por lo general son plagas para las plantas de las cuales los humanos se benefician.