La picadura de muy pocas especies de arañas puede realmente causar un daño al ser humano, y aún menos causar la muerte. Casi todas las arañas portan veneno aunque lo reservan para casar a sus presas, entre las cuales, el humano no está incluido. El veneno de la mayoría de las arañas no tiene la potencia ni un método eficaz para lastimar al humano. Sin embargo, la gente no debe volverse muy complaciente al tratar con arañas, porque un puñado de ellas sí puede segregar el veneno suficiente para matar a un humano.
Una de las arañas más venenosas sobre la tierra es la araña bananera (Phoneutria nigriventer). Estas arañas en lugar de posarse en una telaraña para esperar a su presa, merodean el piso de la selva tropical de Sudamérica en busca de su presa. A diferencia de otras especies mortales, la araña bananera, por desgracia, no se esconde tras una confrontación y frecuentemente inicia su ataque permaneciendo de pie sobre sus patas posteriores y elevando sus patas delanteras. Esta araña tiene una potente neurotoxina y el envenenamiento causa un dolor insoportable a la víctima, problemas respiratorios y parálisis. Si se trata de un caso severo de envenenamiento en un hombre, éste puede presentar erecciones que duran horas.
Y a pesar de que su hábitat natural es la jungla, puede ser hallada en las casas de las personas. Comúnmente se encuentra oculta entre la vegetación de los árboles de plátanos y se les ha hallado escondidas en cajas de bananas; por ello su nombre.