En medio del inmenso océano de ofertas inmobiliarias que asaltan a los posibles compradores, cada vez resulta un poco más complicado ofrecer nuestra propiedad en venta como una isla apetecible que colonizar. Deberemos, por ello, adoptar una postura decidida y tomar medidas para revalorizar el inmueble de forma que permita que lo vendamos y consigamos el mejor precio posible, siempre con la seguridad de que estamos en un momento en que los precios van a la baja y los compradores pueden exigir nuevas rebajas de precio debido a la abundancia de casas en venta.
Para vender la casa y conseguir rentabilizar la operación, no caigamos en el error de realizar una reforma o comprar muebles nuevos. El inmueble en venta no subirá de valor por ello. Sólo las realidades y los datos concretos pueden tasarse. Si el piso es un bajo sin ascensor, no podemos incluir el hecho de que va a instalarse como un valor adicional; si la zona está muy alejada del centro pero hay parada de metro tampoco solucionamos mucho…
Los datos o factores externos que sí suben el valor de la casa son los planes municipales sobre la instalación en las inmediaciones de un hospital o centro de salud, de colegios o paradas de metro que mejoren las relaciones con otros puntos de la ciudad.
Este momento es adecuado para comprar debido a la caída del precio del suelo, pero las ventas no siguen el mismo camino, debido al estancamiento de la demanda y la congestión de la financiación y el crédito. Muchos propietarios han tenido que vender por debajo del precio de coste, por lo que si conseguimos mantener un balance adecuado respecto a nuestra inversión y tenemos la obligación de vender, no debemos dudar.