En el contexto de crisis económica actual parece imposible lograr vender un inmueble. Sin embargo, muchos propietarios se deciden a realizar estas operaciones de venta por su cuenta y riesgo debido a que este procedimiento permite evitar el pago de comisiones a las agencias inmobiliarias. Para ello podemos recurrir a internet, donde existe la posibilidad de publicar anuncios de venta gratuitos en páginas generalistas o portales especializados, donde accederemos a un público potencial interesado facilitando el contacto con ellos tras un primer análisis de nuestro inmueble sin compromiso por parte del posible comprador.
Ante todo, debemos ser realistas y realizar una valoración de la propiedad en venta ajustada a su valor real de mercado tras prospectar las ofertas en nuestra misma zona y para inmuebles de características similares a la nuestra. Es importante que conozcamos la tasación para poder establecer un precio de venta atractivo, en caso contrario pasará el tiempo sin que nadie se interese realmente por adquirir la vivienda. Si nuestro precio de venta está alejado de la realidad, nadie nos comprará. Si estamos apurados y necesitamos vender, es probable que debamos rebajar nuestras expectativas y renunciemos a hipotéticos beneficios porque en caso contrario será muy difícil lograrlo. Quizás debamos estudiar otras opciones como el alquiler, si no estamos dispuestos a renunciar.
Aunque no seamos profesionales de la venta, es imprescindible que procuremos una buena imagen a los futuros compradores: una casa limpia, ordenada y en condiciones acordes al precio exigido nos permitirá rápidas valoraciones. Para conseguir que nuestra propiedad cause buena impresión, centremos nuestro esfuerzo en las zonas de agua en caso de realizar reformas. Pintemos las paredes de color blanco, porque magnifica los espacios. Debemos ser buenos negociadores y atentos con los posibles compradores, una buena impresión facilitará las transacciones.