Cómo vender ropa usada

La comercialización de ropa usada requiere de una licencia estatal en cualquier parte del mundo. El reciclaje de este producto es un magnífico negocio en los países ricos, en los que una buena parte de la población renueva su ajuar con una frecuencia relativamente anual. Su exportación a países menos aventajados requiere de tratamientos higiénicos regulados por la ley.

Sin embargo, cualquier familia puede verse de pronto con una canastilla infantil casi nueva, o con un montón de prendas que ya no le sirven a su dueño porque bajó de peso o al contrario, aumentó algunas libras.

En estos casos hay básicamente tres maneras de vender dicha ropa de uso. Una es mediante la gestión directa. Teléfono en mano, el interesado lanzará la noticia a los cuatro vientos: amigos, vecinos, conocidos, familiares y colegas recibirán una amable invitación a comprar o rodar la bola.

Por otra parte, las tiendas comisionistas que aceptan ropa de uso constituyen una buena salida para aquellos que no tienen suficiente tiempo para gestionar personalmente la venta.

Por lo general estas tiendas, sobre la base de su experiencia, sugieren un precio de comercialización al vendedor y proceden a colocar la ropa en los armarios. La comisión puede oscilar entre el 10 y el 20% según el tiempo durante el cual se exhiban las piezas sin venderse.

Una tercera forma es el anuncio en páginas de clasificados, ya sea en la prensa plana o en la Web. En el caso de la ropa de uso, es más recomendable acudir a anunciantes locales, pues con ellos hay más probabilidades para este tipo de mercancía.

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Categorias: Empresas
Ultima modificación: 06/27/2012