La mayoría de los accidentes automovilísticos ocurren por el consumo de drogas o alcohol por parte del conductor, el uso indebido del teléfono celular al conducir, una velocidad alta e inadecuada para la vía transitada o un estilo agresivo al conducir. Todas estas causas son completamente evitables, sin embargo cada año se presenta un gran número de accidentes automovilísticos por las mismas razones.
Si una persona en auto que presencia un accidente no tiene conocimiento sobre primeros auxilios o técnicas de rescate, es recomendable seguir conduciendo y dirigirse a una zona segura para comunicarse con la autoridad y reportar el accidente.
Si se trata de una persona capacitada para brindar ayuda, se toman en cuenta tres etapas: proteger, alertar y socorrer.
Proteger: Se coloca un chaleco reflector y triángulos reflectores 50 m antes del accidente y 50 m después, recordando caminar con el triangulo de frente, después debe acercarse al automóvil accidentado sin fumar y se apaga el switch del auto, se incorpora el freno de mano y se hace uso de otras técnicas para inmovilizar el auto, recordando no hacer movimientos bruscos.
Alerta: Se debe conocer el lugar donde está el accidente, qué ocurre, el número de heridos y el estado en el que se encuentran. Comunicarse al número de emergencia manteniendo la calma, se indica el lugar y se dan algunas referencias cercanas: nombre de la vía, no. De kilómetro y sentido, además de informar si existen deformaciones del vehículo, ya que se requiere la intervención de bomberos.
Socorrer: No mover a las víctimas, comprimir las heridas sangrantes con prendas limpias evitando torniquetes, no retirar objetos clavados y abrigar al herido si se encuentra inconsciente o tiene frío.