Trucos para ahorrar en calefacción

Cuando llega el invierno y bajan las temperaturas, reparamos en que mantener una temperatura adecuada en nuestros hogares puede suponer un gasto considerable e imprevisto debido a la escalada de los precios de los combustibles empleados, tanto el gasóleo como el gas natural.

Así que, tanto si nuestros intereses son meramente económicos como si estamos interesados en implantar de una vez por todas en nuestra casa un poco de conciencia ecológica, debemos saber que ahorrar en calefacción es uno de los gestos que pueden proporcionar un respiro para nuestro bolsillo y para el medio ambiente al emitir una menor cantidad de CO2 a la atmósfera. Para conseguirlo sólo hay que intentar poner en práctica una serie de reformas de pequeña entidad y adoptar medidas sencillas entre nuestros hábitos cotidianos.

En primer lugar, si vives en la costa mediterránea, donde difícilmente las temperaturas del exterior bajan de cinco grados, puedes optar por usar aparatos que aprovechan el aire frío de la casa para convertirlo en aire caliente. Estos aparatos con bomba de calor son eficientes y aliados del medio ambiente, además de un recurso más económico que otras opciones. En zonas de interior, debido a las temperaturas más bajas, deberemos buscar una alternativa más adecuada, como las modernas chimeneas o estufas de leña, cuyas emisiones no contienen gases nocivos y podemos adaptar a la ambientación de cualquier estancia dando al conjunto un aspecto muy confortable.

Es fundamental asegurarse de que tanto los cerramientos como los aislamientos de nuestro hogar son los adecuados, de modo que si evitamos la pérdida de temperatura del interior, su mantenimiento será más fácil y, por tanto, ahorraremos dinero. Si cerramos las puertas de las habitaciones, el interior estará más caldeado. Del mismo modo, si sales de la vivienda, no apagues el sistema de calefacción, porque costará más volver a reestablecer la temperatura que mantenerla.