Motivarse para un examen es simplemente motivarse para estudiar y la mayoría de los jóvenes alumnos, y los no tan jóvenes, piensan que estudiar no es divertido, por esta razón cada uno debe encontrar la motivación que haga interesante esta experiencia.
Dependiendo de la edad y el nivel del estudiante el interés que tenga en sus estudios se definirá, así que el primer paso para entusiasmarse, es convencerse que aún cuando no sea tan divertido como una charla con los amigos o un videojuego, es mucho más interesante, ya que se encuentra consciente de los frutos que dará dentro de un lapso de tiempo y que esto le ayudará el resto de la vida.
Aprovechar el tiempo al máximo es la clave para tener tiempo de realizar otras actividades menos tediosas, así que el estudiar debe volverse un hábito diario con un horario establecido, y no solamente una actividad a realizar cuando se presente la temporada de exámenes. Cuando se cumpla con esta condición, es más probable que el contenido sea comprendido y en el momento de presentar un examen habrá mayor seguridad y los nervios no se apoderarán del momento, ya que se conoce bien el tema a tratar.
Muchos alumnos necesitan un grupo de apoyo que los motive a realizar esta tarea, así que reunirse con otros compañeros de estudio un par de horas a la semana, ayudará a reforzar los conocimientos que no quedaron claros en el aula de clases y podrá despejar dudas que pudieran presentarse en el momento del examen.