El respeto a la autoridad tiene como principio que los individuos no sean dañados ni que dañen a otros. Las personas que muestran una falta de respeto a la autoridad total, se les denomina personas antisociales. Aunque los antisociales comprenden intelectualmente las reglas, no entienden porque deben respetar la autoridad. La mayoría de las personas tienen una comprensión innata de por qué es importante para ellos respetar a la autoridad.
Cuando las personas respetan la autoridad de las normas de convivencia social o la ley, garantizan la seguridad mutua y colectiva de la sociedad. Cuando la gente viola la ley, pueden producirse daños o infringir los derechos de los demás. Las personas que respetan la autoridad, lo hacen porque comprenden lo que esta actitud produce. Para la seguridad colectiva e individual suelen establecerse normas para proteger la seguridad por parte de una figura de autoridad.
Por ejemplo cuando los padres dicen a sus hijos que no jueguen con los enchufes de la luz. Los padres ejercen su autoridad para que los hijos entiendan que al respetar su orden ellos evitan dañarse a si mismos.
Respetando la autoridad se evita las consecuencias negativas. Cuando no se respeta a la autoridad, las personas pueden optar a obedecer las reglas o las leyes, con el fin de evitar el castigo. Cuando una persona hace caso omiso a la autoridad o las leyes, está expuesta a ser procesada judicialmente.
El respeto a la autoridad, las normas y las leyes fomentan también el orden y el mantenimiento de una estructura social. Esto es muy importante ya que permite a la sociedad crecer y progresar. Un ejemplo de esto son los impuestos que se utilizan para aplicarlos a políticas sociales del gobierno, y como efecto se construyen carreteras, se brinda servicios públicos básicos y más oportunidades de progresos económicos.