El parto humano, también llamado nacimiento, es la culminación del embarazo humano, el periodo de salida del bebé del útero materno. Por lo general este hecho se considera el inicio de la vida de una persona. Se considera que una mujer inicia el parto con la aparición de contracciones uterinas regulares, que aumentan en intensidad y frecuencia.
En el parto podemos encontrar varias etapas. El parto se inicia con un cúmulo de síntomas como son las contracciones uterinas, el acortamiento de la longitud del cervix y la dilatación del cuello uterino.
La se prodrómica o preparto es un periodo excluido del trabajo del parto el cual no tiene un inicio definido. Dicho periodo puede durar hasta dos semanas y finaliza con la dilatación del útero. Durante este periodo se produce un incremento progresivo de la frecuencia e intensidad de las contracciones.
La siguiente fase es la de la dilatación. Tiene lugar cuando las contracciones uterinas empiezan a aparecer con mayor frecuencia, aproximadamente cada 3 o 15 minutos, con una duración de 30 segundos o más cada una dentro de una intensidad creciente. La duración de este periodo es variable según si la mujer ha tenido trabajos de parto anteriores, dividiéndose en fase latente, fase activa y fase de desaceleración. La etapa termina con la dilatación completa del cuello uterino.
A continuación tiene lugar el nacimiento o expulsión, fase que termina con el nacimiento del bebé. Esta etapa constituye el paso del recién nacido a través del canal del parto, desde el útero hasta el exterior. En este período hay dos etapas; primero la fase temprana no expulsiva, en la que la dilatación es completa, y la fase avanzada expulsiva, durante la cual se produce un deseo de pujo materno. El parto finaliza con el alumbramiento del bebé.