Los murciélagos son percibidos como criaturas misteriosas y tétricas que pueden lastimarnos. Cuando observamos sus patrones de vuelo errático por las noches parece como si se dirigieran justo hacia nosotros. Sin embargo, los murciélagos son criaturas inofensivas que quieren evitarnos tanto como nosotros queremos evitarlos a ellos. Hay un dicho que dice “estás ciego con un murciélago” y ha permanecido vigente durante generaciones. No obstante, lo que dice ese dicho no precisamente es correcto, ya que los murciélagos no son ciegos. Los murciélagos pueden ver muy bien aunque como son criaturas que se alimentan durante la noche, tienen un método distinto para encontrar su camino durante el vuelo y localizar su comida.
Los murciélagos usan un método llamado ecolocación para conocer su camino en la oscuridad. La ecolocación es un proceso bastante elaborado. Los murciélagos emiten un sonido ya sea a través de sus bocas o sus narices. Estos sonidos viajan hacia su alrededor y cuando impactan con un objeto, aunque sea tan pequeño como un insecto, el sonido rebota de regreso hacia los oídos del murciélago. Ésta es la forma como pueden saber qué tan grande es un objeto o un insecto y que tan distante se encuentra. Los patrones de vuelo erráticos que consideramos tan extraños es la reacción que el murciélago tiene a la ecolocación. Por lo general dan vueltas durante el vuelo para atrapar insectos.
Los murciélagos se mantienen activos durante toda la noche ya que comen al menos la mitad de su peso en insectos. Un murciélago hembra come el total del peso de su cuerpo en insectos cuando está alimentando a sus crías.