En Tailandia muchos elefantes asiáticos son empleados como bestias de carga, estos animales no tienen descanso debido al escaso desarrollo vial y el dinero insuficiente para la compra de camiones por parte de los dueños, teniendo que modificar y educar a los elefantes para sobrevivir a una realidad impuesta que poco tiene que ver con su naturaleza. Aunque esta actividad está totalmente prohibida por varios grupos de defensores de los derechos y vida de animales, muchas personas los siguen utilizando como medio de transporte y principalmente de carga, no obstante de la ilegalidad de esta actividad existe turismo que vuelve más rentable esta práctica, a pesar de saber que periódicamente se habla de la muerte de viajeros que paseaban en estos gigantes de la naturaleza, ya que cuando el animal se siente atacado se vuelve impaciente y sumamente agresivo.
En la actualidad la población de elefantes ha disminuido drásticamente hasta menos de 3000 ejemplares, tan solo 1500 viven en libertad. Su pasado como grandes guerreros sigue siendo rememorado en algunos de los parques dedicados a las grandes bestias. Por otra parte muchos elefantes africanos son utilizados para actos de circos tanto para llevar a cabo actos durante las funciones como para cargar equipaje pesado a pesar del maltrato y mala alimentación.
Estos animales desde tiempos antiguos han sido utilizados como grúas de carga debido a su enorme fuerza y gran tamaño. Dependiendo del tipo de vida que se le de al elefante en cautiverio serán los años que viva; generalmente un elefante forzado a trabajar vive la mitad que uno en vida salvaje.