De manera salvaje, los elefantes solamente existen en Asia y África, ya que necesitan vivir en zonas tropicales y sub-tropicales, incluyendo áreas montañosas, pastizales, pantanos y prados. Si bien aun encontramos elefantes salvajes, la gran parte de ellos, se localizan en reservas en la sabana africana.
Debido a su pobre vista, los elefantes prefieren vivir en lugares donde haya más horas de luz, ya que por la noche se pone en riesgo su vida debido a los depredadores. Estos animales requieren enormes cantidades de agua y comida durante el día, así que resulta extraño que sus áreas de distribución sea lugares secos y áridos, mas la naturaleza los dotó con grandes colmillos que utilizan para buscar agua subterránea. La gran mayoría de los elefantes durante su vida migran de un área a otra en manadas, esto lo hacen con el fin de no terminar con la vegetación de un área ya que al volver a ella pueden encontrar que la vegetación ha vuelto a crecer. Generalmente recorren un aproximado de 17 millas al día, dependiendo de la edad de quien dirija la manada y del terreno por donde vayan a desplazarse, mantienen un paso continuo pero no muy rápido en sus recorridos y pueden mantenerse caminando sin cansarse.
Los elefantes tienen la capacidad de adaptarse a diferentes climas, por esta razón se encuentran en circos y zoológicos de todo el mundo. Tomando en cuenta esta capacidad, se tiene la esperanza de que en un futuro puedan llegar a distribuirse de manera salvaje en zonas del planeta que fueron habitadas por sus antepasados, como el mamut y el mastodonte que podían habitar en zonas polares. Pero antes de pensar en esta posibilidad, se deben enfocar los esfuerzos en conservar su hábitat actual.