Al órgano afilado que algunos animales poseen con el propósito de defensa y ataque se le llama aguijón. Éste se ubica en la cola y se encuentra conectado a una o varias glándulas provistas de veneno; este veneno ocasiona que el animal o persona que ha sido agredido mediante el piquete de su aguijón una herida dolorosa que provoca hinchazón y comezón. El aguijón comúnmente se encuentra en artrópodos como avispas y abejas. Aunque un grupo de artrópodos que posee el aguijón más ponzoñoso, es el de los escorpiones; en ciertas especies el atacar con el aguijón es una operación suicida, ya que al picar lo pierde y ello causa que se desangre y finalmente muera.
El único mamífero que cuenta con un aguijón es el ornitorrinco macho.
Otro tipo de animales que poseen un aguijón son las rayas látigo, su aguijón tiene una punta muy filosa y a los lados de éste, espinas que semejan una cierra, esto impide que se pueda extraer el aguijón después de haberse enterrado. Este aguijón es remplazado cada cierto tiempo, aún así la raya conserva el anterior, por esto es que algunos individuos llegan a presentar hasta tres aguijones a la vez. El tamaño del aguijón depende de la talla de la raya, por ejemplo, algunas rayas australianas que llegan a pesar hasta 340 Kg. y llegan a medir de punta a punta hasta 2 m. llegan a tener aguijones de hasta 30 cm. de largo. Otro tipo de especie marina que presenta un aguijón son las medusas, sus aguijones se encuentras ubicados en sus tentáculos. Al contacto con la presa se eyectan y se clavan en la piel, inyectando cierta cantidad de veneno, que para la mayoría de los humanos no es peligroso, pero sí para sus presas marinas como peces y crustáceos.