Los hábitos alimenticios de los anfibios se analizan provocando la regurgitación del contenido estomacal de la especie de interés. Dos representantes de esta clase son la rana y el sapo. Las características fisiológicas de este clado es la ausencia de cola, un cuerpo ensanchado y corto además de patas posteriores diseñadas para el salto, éstas más desarrolladas en comparación con las anteriores. Se tiene documentados alrededor de 5000 especies anuros, la mayoría de ellos necesitan vivir cerca o dentro del agua y llegan a medir hasta 30 cm de largo, mas existen especies de apenas 5 mm de largo.
Si bien ranas y sapos forman parte del mismo grupo, se difiere una de otra por algunas características.
1. La rana: Con una cintura estrecha, piel rugosa de apariencia lisa y húmeda, estrías que van de la cabeza hasta la cloaca y con esbeltas ancas para dar grandes saltos, pueden ser de diferentes colores, la más común es verde, las especies venenosas presentan colores llamativos como amarillo, rojo, azul y anaranjado.
2. El sapo: La estructura del sapo es similar al de las ranas, pero presentan un cuerpo más ensanchado y verrugas sobre su piel.
Los hábitos alimenticios de ranas y sapos, son los mismos, se alimentan de artrópodos (especialmente moscas, mosquitos, y pequeños escarabajos), peces, arañas no venenosas, grillos, saltamontes y en menos frecuencia de chinches.
Estos animales se han popularizado en la gastronomía, en varios países se consumen las ancas de rana y en algunos lugares las ranas son parte de platillos sofisticados.