Generalmente el burro se usa para el trasporte de carga, es relacionado con un animal terco y difícil de domar, sin embargo es un animal muy dócil y trabajador, domesticado desde la antigüedad, hace aproximadamente 6000 años y reconocido incluso por la religión, al ser protagonista en diferentes etapas de la vida de Cristo.
En muchos países europeos a este animal lo usan para consumir su carne, aún cuando pertenecen a la misma familia de los caballos, su alimentación es totalmente diferente. Sus hábitos alimenticios varían dependiendo del tipo de hábitat, por ejemplo; un burro domestico se alimenta de suficiente fibra proveniente de pastos secos, y es con el fin de satisfacer su apetito y para que tenga un mayor rendimiento, fortalezcan sus músculos y se agoten menos en el momento de realizar el trabajo; su dieta se basa en forrajes como paja de cebada, y para el invierno heno seco. Mas los habitantes de climas templados en estado salvaje consumen forraje fresco rico y abundante en nutrientes. El consumo de líquidos es muy importante e indispensable para llevar a cabo la digestión de los altos niveles de fibra, sobre todo para los burros domésticos, ya que no pueden adquirirla del pasto seco.
Un burro adulto promedio en estado salvaje o domestico debe consumir 1.5% de su peso corporal de alimento al día. En algunas regiones los burros domesticados son alimentados con una combinación de pastos secos y frescos para aumentar su consumo de líquidos, al igual que con suplementos alimenticios para aumentar su fuerza.