Lo piojos se adhieren a animales y humanos del cuero cabelludo o a la raíz de las plumas en el caso de las aves, se alimentan de la piel muerta y con unas pequeñas pincillas en su trompa succionan sangre del individuo del cuál son huésped.
Los piojos depositan sus huevecillos en el mismo lugar donde se alojan, cuando éstos eclosionan nacen las larvas, que conocemos como liendres y al igual que los piojos se alimenta de sangre, a este tipo de alimentación se le llama hematofagia.
Otros ejemplos de animales hematófagos son los arados de la sarna, las chinches, las garrapatas, las ladillas, las lampreas, los mosquitos, la pulga, la sanguijuela y los vampiros. Este tipo de animales en muchas ocasiones son transmisores de infecciones ya que a través de la sangre que consumen llevan enfermedades de un individuo a otro, sin ser ellos los culpables o los enfermos.
Los hematófagos como los piojos adquieren los nutrientes necesarios de la sangre que consumen, ya que no cuentan con un sistema digestivo con el que puedan desdoblar proteínas y minerales, en el caso de los piojos, la utilizan como nutriente en su alimentación diaria, aunque otras especies como mosquitos y moscas, la utilizan para llevar acabo ciclos reproductivos.
En diversos países los piojos se vuelven una plaga, sobre todo en los hogares donde existen mascotas o ganado. La higiene y el aseo regular de los lugares donde pueden reproducirse estos insectos es la única manera de erradicarlos.