Un circuito fantasma puede crearse cuando los cables eléctricos para un circuito se configuran para conducir señales hacia otro. Frecuentemente se utilizan para los sistemas telefónicos y la ingeniería eléctrica, así como para suministrar energía para la grabación de audio y los micrófonos. Los circuitos fantasma por lo general dependen de la operación de un transformador de audio llamado bobina de repetición, la cual incluye distintas longitudes de cables enrollados alrededor de un núcleo de hierro, de níquel u otro tipo de metal. Estas bobinas generalmente son parte de un circuito simple que consiste normalmente de cables conectados a la línea eléctrica principal y al cableado del equipo telefónico. Dos circuitos simples se pueden combinar para formar un tercero; este circuito adicional es llamado un grupo fantasma.
Cuando un devanado en la bobina de repetición se expone a una corriente alterna, el otro cableado por lo general tiene una señal igualmente fuerte. La conexión de las líneas de teléfono con bobinas de repetición queda adecuada ya que las señales de voz y tono por lo general se alimentan con energía alterna.
Un circuito fantasma también puede aplicarse a las señales de corriente directa en el campo de las telecomunicaciones, y los más modernos sistemas de las operadoras de telefonía lo utilizan con frecuencia. La configuración de un circuito fantasma por lo general le permite a una compañía telefónica tener una planta de cableado para manipular la mayoría del tráfico. Esto puede ahorrar gastos, ya que los operadores normalmente utilizan menos equipo y pueden agregar más suscriptores a cada línea.