Un sistema hidráulico es usado en máquinas que necesitan energía del flujo para poder funcionar. La energía de flujo utilizada por estas máquinas es un líquido bajo altas presiones, llamado fluido hidráulico. El fluido hidráulico se transmite a través de la máquina completa y alcanza los distintos cilindros hidráulicos y motores hidráulicos en la máquina. Hay válvulas de control que tienen control completo sobre el fluido y automáticamente lo distribuyen a través de los tubos y mangueras de la máquina. La ventaja de usar máquinas hidráulicas es que pueden producir grandes cantidades de energía que se transfiere a los tubos y mangueras de las máquinas. Toda esta energía se usa en el actuador, el cual es el dispositivo mecánico utilizado para controlar y mover un mecanismo en particular.
Los sistemas hidráulicos funcionan debido a la fuerza que se aplica en un punto que es transmitido a un segundo punto, mediante el uso de un fluido no comprimible. Se colocan dos pistones dentro de los cilindros de vidrio que están llenos con aceite. El tubo lleno de aceite los conecta mutuamente. El tubo puede tener cualquier forma o tamaño, todo lo que necesita hacer es separar los dos pistones. Algunas veces el tubo lucirá como un tenedor en el sistema hidráulico, así que un cilindro maestro puede tener la habilidad de conducir más de un esclavo si es necesario. Primeramente, uno de los pistones experimenta una caída de fuerza y posteriormente esa fuerza se transmite al siguiente pistón usando el aceite en el tubo. Esto hace que el sistema hidráulico funcione eficientemente ya que el aceite es incompresible. Posteriormente toda la fuerza es aplicada al segundo pistón, y esto sucede sucesivamente.