Un dique es una barrera utilizada para regular o sostener agua de un río, un lago, y hasta un océano. En la geología, un dique es una gran losa de roca que atraviesa otro tipo de roca.
Un dique geológico es un cuerpo de roca plana que atraviesa otro tipo de roca. Los diques atraviesan el otro tipo de roca en un ángulo distinto que el resto de la estructura. Los diques son generalmente visibles debido a que las rocas se colocan en diferentes ángulos, y por lo regular tienen distintos colores y texturas que las rocas que lo rodean.
Los diques están hechos de rocas volcánicas o roca sedimentarias. Las rocas volcánicas se forman después de que el magma, la sustancia que arrojan los volcanes, se enfría y tarde o temprano se convierte en un material sólido.
Las rocas sedimentarias están hechas de minerales y sedimentos que se acumulan con el paso del tiempo. Los diques sedimentarios están formados de este tipo de rocas.
Los diques frecuentemente se introducen en espacios abiertos entre rocas, llamados fisuras. Un dique flotará o se formará en una fisura, empujando a la roca circundante hacia los lados. Por lo tanto, un dique es más joven que las rocas que lo rodean. Por lo regular los diques son verticales pero, ya que la Tierra está en constante movimiento y rotando, el dique puede terminar en posición horizontal después de cierto tiempo.
Los diques utilizados para retener el agua se construyen generalmente de tierra. Por lo general, las personas construyen diques para evitar inundaciones. Cuando se construyen a lo largo de los bancos de los ríos, los diques controlan el flujo de agua.