Un tubo de hierro fundido es un tubo de metal producido tras fundir arrabio junto con cantidades sustanciales de desechos de hierro y otros metales y tras colocar la mezcla en un molde. Por lo general se usa para transportar aguas residuales y aguas de desecho, también para tuberías de ventilación y para transportar agua potable. Los tubos de hierro fundido tienen ocho presentaciones, desde la letra A hasta la letra H, y se miden en incrementos de 100 pies de altura o 30 m de altura, la cual es la medida generada por un determinado peso de agua. Un pie de altura es igual a 0.434 psi o 305 kg/m2.
Aunque el hierro fundido fue inventado en China en el siglo IV a. C., no se usó como tubería sino hasta mucho tiempo después. El primer tubo de hierro fundido documentado fue puesto en Alemania alrededor del año 1455 y en Francia se implementó una red de tubería de hierro fundido para abastecer agua a la ciudad de Versalles en los 1600. En 1804, la ciudad de Filadelfia se volvió la primera en los Estados Unidos en usar tubos de hierro fundido para transportar agua. Aunque no se usan para la transportación del agua tanto como las de materiales como el cobre, las tuberías de hierro fundido continúan siendo usadas en las líneas de tuberías de aguas residuales y aguas negras en todo el mundo. Las ciudades más grandes de Europa y de los Estados Unidos usan cientos de kilómetros de tuberías de hierro fundido, y muchos de estos sistemas han permanecido en servicio durante más de 100 años.