La balística se entiende como la ciencia que estudia el movimiento provocado por proyectiles disparados con armas de fuego. Un especialista en esta ciencia estudia los efectos físicos y químicos producidos por el disparo; así como las propias armas de fuego. Este estudio es auxiliar de la criminalística y se conoce como “balística forense”.
La balística forense se divide para su estudio en:
Interior: Este estudio comprende desde que el percutor hiere el capsul hasta el instante en que el proyectil abandona el cañón.
Exterior: Estudia los acontecimientos que suceden desde que el proyectil abandona el cañón hasta que impacta en el objetivo o se detiene por la propia gravedad.
De efectos: Estudia los daños que ocasiona el proyectil durante su transcurso y hasta su momento de impacto o de reposo.
Cuando se analiza un acto delictivo donde intervino un arma de fuego, el primer paso es estudiar las características del arma de fuego, como su tipo, marca de fabricante, matricula, sistema de disparo, calibre, modelo, estado de conservación y funcionamiento.
Estas características se pueden identificar siempre y cuando el experto en balística cuente con el arma de fuego, de no ser así, debe seguir el código GRC, que es un compendio para la identificación de cualquier arma de fuego, y se guía por las marcas y características de los casquillos y las balas después de haber sido disparada. Esta ciencia es muy completa y el que la desarrolla debe tener un buen sentido de observación e intuición.