Consejos para fabricar hormigón

Para la fabricación del hormigón es muy importante la proporción de sus componentes, que deberán ser los adecuados para soportar los esfuerzos a los cuales estará sometido.

En cuanto a los áridos, deberán estar limpios, con la mínima cantidad de arcilla o impurezas que alteren la hidratación del cemento. Los áridos ocupan entre un 60 y un 75 % del volumen del hormigón.

El agua no tendrá contaminación salina u orgánica. Se recomienda utilizar agua potable.

Como cemento deberá elegirse el apropiado teniendo en cuenta el contenido de sales y humedad en el suelo. Éste se almacenará en sitio seco y protegido de la humedad, clasificándose por expediciones y clase.

El encofrado se colocará firmemente y bien estanco para impedir la pérdida de mortero. Se recubrirá con aceite o productos indicados para facilitar el posterior desencofrado y su reutilización. Si es de madera se humedecerá previamente a la colocación del hormigón, para no absorber la humedad de la mezcla. También pueden ser de contrachapados, metálicos, de caucho o plástico, según sea la superficie en la que se aplique el hormigón.

El mezclado puede realizarse de diferentes maneras, pero en todas deberá asegurarse un resultado final homogéneo. En obras pequeñas, el material podrá ser mezclado a mano, o con hormigoneras. En obras medianas o grandes, se utilizará hormigón fabricado en planta, y trasladado a obra.

El hormigón se colocará aprisionado en los moldes para evitar que queden huecos.

El hormigón alcanzará toda su resistencia si la mezcla no pierde humedad rápidamente, para lo cual debe protegerse su superficie para impedir que seque antes de tiempo.

El desencofrado se realiza cuando el hormigón ha alcanzado el grado de resistencia suficiente como para soportar el triple de la carga que haya de resistir. Las pruebas de resistencia se realizan transcurridos 28 días.

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Categorias: Materiales
Ultima modificación: 11/05/2013