Como medida de seguridad los cables se aíslan con plástico o goma. Son usados en casas, oficinas, edificios, etc. Se utiliza plástico ya que es un material flexible, económico y que no conduce corriente. Si los cables se encontraran descubiertos podrían causar muchos daños a los habitantes de una casa o al inmueble, ya que con tan solo tocar un cable descubierto, circularía corriente hacia el cuerpo que provocaría una descarga eléctrica en el individuo, dependiendo de los valores de la descarga, se determinaría el daño que pudiera provocar, podrían tratarse de quemaduras leves, pérdida de conocimiento y hasta un paro cardiaco o un paro respiratorio.
Si una descarga ocurriera en un inmueble, por ejemplo, si a un cable con corriente le cayera agua, un incendio sería predecible, ya que el agua es un excelente conductor de corriente eléctrica.
Los cables de alta tención que llevan energía eléctrica a las ciudades y poblados son los más peligrosos debido a las enormes cantidades de corriente eléctrica que transmiten. Sin embargo, son los únicos cables que se encuentran sin recubrimiento; la razón de esto es que provocaría un sobrepeso en la estructura de los postes que los sostienen, además se tendría que invertir una suma considerable para fabricar plásticos que resistan las cargas sin quemarse o fundirse. Es por esto que mantenerlos tan inaccesibles para las personas como sea posible es indispensable y las compañías proveedoras de energía deben procurar un excelente mantenimiento para evitar que estos cables choquen con árboles o construcciones.