¿Cómo reconozco una sobredosis de amoxicilina?

La amoxicilina es un antibiótico procedente de la penicilina que actúa contra una gran gama de bacterias que se tienden a teñir de tonalidades azules o  violetas por la tinción de Gram, conocidas como “Grampositivas” o “Gran-negativas”. Por lo que es utilizado  frecuentemente en diferentes tipos  de  infecciones severas, de tipo veterinario y anatomía humana. A pesar de su amplio combate contra las enfermedades crónicas no es viable frente a las bacterias resistentes a la acción de antibióticos betalactámicos, como lo son la penicilina rompiendo las defensas en las moléculas de estas. Se indica amoxicilina mayormente en infecciones sistemáticas como, sistema respiratorio, gastrointestinal, genital, urinario, infecciones en la piel y tejidos blandos. Está contraindicada en personas con asma o fiebre de heno debido a que son más menos aptos a las reacciones  alérgicas a la penicilina también en personas con hipertensión e insuficiencia renal.

Debe de usarse precavidamente en personas con leucemia linfática, SIDA, infecciones virales y mononúcleosis. Se recomienda no administrar amoxicilina con fármacos del tipo B al mismo tiempo porque se desconoce la reacción futura de estos antibióticos juntos. El uso de la amoxicilina acompañado de un ácido clavulánico  mejora la actividad antibacteriana de las bacterias que producen los anticuerpos contra estas. El uso excesivo de la amoxicilina causa una toxicidad en el cuerpo debido a que este es eliminado en el proceso de metabolismo del cuerpo por  medio de la orina  presentándose síntomas como, diarrea, vomito, urticaria, coloración amarilla de la piel y ojos, fatiga o hemorragias.

 

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Categorias: Medicina
Ultima modificación: 10/25/2013