El saco gestacional es el término empleado por especialistas al realizar una ecografía en las personas que están embarazadas cuando detectan que el óvulo ha sido fecundado por un espermatozoide. Dicho con otras palabras es lo que comúnmente se conoce como placenta.
El saco gestacional se visualiza como un área de color oscura circular rodeado por un anillo algo más grueso y de color blanco iridiscente que corresponde a la futura placenta. El saco gestacional se localiza en el fondo del uterino de la mujer y como hemos comentado se detecta mediante una ecografía siendo visible a los pocos días de la falta del período menstrual por ultrasonido transvaginal y a partir de la quinta semana de la falta del período por ultrasonido abdominal. El saco gestacional suele crecer un par de milímetros por día.
Es la primera estructura detectable y su misión es la de transferir los nutrientes al embrión hasta que se desarrolla la placenta. El saco gestacional es donde se desarrollará el futuro bebé. Si no se detecta el feto y solo se detecta el saco gestacional quiere decir que todavía es temprano. A pesar de que no se detecte el embrión dentro del saco gestacional no nos debemos alarmar. Es muy frecuente que se produzca un embarazo anembrionado el cual solo quiere indicar que no forma hasta pasada la octava o novena semana el bebé en el interior del saco gestacional.
No debes alarmarte cuando acudas a realizarte la primera ecografía pues aunque el embarazo en la fase inicial sea minúsculo va arrojar datos muy interesantes a los médicos sobre tu embarazo así como toda la información que necesitan para indicar que no van a haber complicaciones.