Cuál es la diferencia entre pénfigo y penfigoide

A pesar de los diferentes niveles de gravedad y complicación que presenta cada una para la salud humana, tanto la enfermedad conocida por penfigoide ampollar, como aquella denominada pénfigo, requieren cuidados intensos y a tiempo en aras de lograr una sanación exitosa.

En ambos casos se trata de enfermedades autoinmunes, es decir, constituyen ataques del propio organismo contra las estructuras superficiales de las células epidérmicas que propician el contacto entre las células y la textura del tejido.

En lo particular, el padecimiento conocido como penfigoide ampollar se trata de una patología ampollar cutánea muy frecuente en personas ancianas. Se caracteriza por la aparición de múltiples ampollas duras y tensas en todo el cuerpo que se tornan de un color rojizo y pueden ocasionar un intenso prurito o irritación de la piel.

Existen registradas dos modalidades extras de penfigoide: una aparece en las mujeres durante los primeros meses de embarazo, es conocido como herpes gestationis y desaparece luego del parto; y otra variante denominada penfigoide cicatrizal, en la que aparece un número menor de ampollas, susceptibles de desaparecer rápidamente con tratamiento aunque tienden a dejar una cicatriz, como indica su nombre.

De manera general, las lesiones en el caso del penfigoide ampollar comienzan a desaparecer a las pocas horas –entre 24 y 48– después de ser suministrados los corticosteroides. Los doctores afirman que el medicamento más indicado para tratar la enfermedad es la prednisona.

Por el contrario, el pénfigo constituye un padecimiento mucho más agresivo para el cuerpo y la salud. Provoca la aparición de numerosas ampollas, blandas y rellenas de líquido, en diferentes mucosas, desde la boca hasta la vagina y el pene del paciente. Un simple rozamiento deja las ronchas en carne viva, lo que favorece la proliferación de infecciones.

Aunque el pénfigo puede constituir una enfermedad mortal para quienes no acudan de inmediato al médico, lo cierto es que con un tratamiento a tiempo pueden detenerse la enfermedad y las consecuencias fatales. También en este caso los corticosteroides desempeñan una función fundamental, junto con otros medicamentos que inhiben el sistema inmunológico como por ejemplo la ciclofosfamida y la azatioprina.

Las zonas ampolladas del cuerpo, junto con las que permanecen en carne viva, deben ser atendidas con meticulosos cuidad para evitar infecciones, en lo cual resulta muy útil y necesario el empleo de antibióticos, así como también otro tipo de remedios como los vendajes impregnados de medicamentos curativos y preventivos.

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Categorias: Medicina
Ultima modificación: 10/28/2013