Los dolores en el omóplato son el signo de patologías variadas, la mayoría de las veces de origen funcionales. En casos menos frecuentes, este tipo de dolor puede ser indicador de enfermedades más serias. En caso de aparición de síntomas dolorosos e intensos y sin causa aparente es imperativo consultar a un médico.
Los dolores en el omóplato debidos a un traumatismo o una fractura entran dentro de lo normal y se este problema se arregla con una inmovilización corta y una reeducación para evitar una anquilosis del hombro.
El hombro es la articulación más móvil del organismo. La inestabilidad del hombro resulta de un desequilibrio entre movilidad y estabilidad de la articulación. Constituye un factor de riesgo de luxación o subluxación (luxación incompleta) de la articulación, especialmente en la persona joven y deportiva. Una inestabilidad del hombro y episodios de luxaciones o subluxaciones repetidos pueden provocar un desgaste del borde del omóplato, que es revelado por un examen radiográfico.
El angular del omóplato o músculo elevador de la escápula une el omóplato a la parte posterior del raquis. Por cansancio o en consecuencia de una mala posición o un esfuerzo, este músculo puede contraerse. Los síntomas son dolor dorsal alto, dolor en cervicales bajos, disminución de la movilidad del cuello y, eventualmente, dolores irradiantes en el brazo o en el hombro
Otras patologías que causan dolores del omóplato son la tendinitis y la artritis. En casos raros, los dolores del omóplato pueden ser debidos a varias patologías óseas cercanas, especialmente tumores primitivos o metástasis, enfermedad de Pager y osteítis inflamatoria. En caso de fibromialgia los dolores al nivel de los omóplatos y en la región interescapularia pueden ser síntomas de esta enfermedad.